15 diciembre 2009

La profesora de baile (parte 5)

hii ya tenia este capituo listo XD pero por cuestiones de tiempo y aquello pss no lo habia subido ¬¬, mentiras, es solo que no tenia internet n_n' pero eso ya ha acabado, es el ultimo capitulo, se me ocurrieron muchas ideas locas para acabar este fic, acabe usando la mas normalita que me paso por la mente jeje, bueno los dejo bye!
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La chica cumplió su promesa de quedarse despierta hasta más o menos las 3 de la mañana, ya que inevitablemente, debido al alcohol que bebió, cayó en un profundo sueño, la princesa al verla dormida rio y no se enojo ya que ella era la culpable de su estado.

Tomoyo puso todo su esfuerzo, tanto que lo acabo antes de que el sol saliera “cielos, soy genial” decía la princesa al ver como quedo el vestido, luego de pasar por una total depresión al no querer despertar a Sakura, termino por hacerle cosquillas en el pie para asi no tener que ver su cara

- Buenos días Sakura –decía Tomoyo al ver a su amiga despertar

- ¡Rayos! Me quede dormida, cuanto lo siento Tomoyo –decía Sakura consternada

- No te preocupes, no estoy enojada contigo –decía la princesa con dulzura –ahora pruébate esto, porque si no te queda perfecto hay si me molestare

- ¡Lo terminaste! Tomoyo eres genial –decía Sakura mientras aplaudía

- Si, lo sé, ahora pruébatelo –dijo la princesa empujándola

Sakura obedientemente lo hizo, y como era de esperarse le quedo perfecto, era de un blanco perla y ceñido al cuerpo, digno de cualquier sastre de renombre

- ¡Dios! Es precioso Tomoyo –decía Sakura mientras veía su reflejo

- Solo es precioso debido a que tiene una excelente modelo –dijo la princesa sonriendo desde atrás –ahora ven conmigo

- ¿A dónde? –pregunto curiosa la bailarina

- Con Syaoran, tu serás su regalo

- ¿Regalo? –decía Sakura sonrojada

- Asi es, hoy es 1 de abril…

- ¿Estás bromeando verdad? –dijo Sakura al percatarse

- No, puedes consultar el calendario si asi quieres

Las dos chicas iban corriendo en el pasillo, pero no vieron venir que un chico rubio, atareadamente revisaba una hoja, todo paso muy rápido, la princesa choco contra él y ambos rodaron hasta que una estatua los detuvo

- ¿Por qué estas cosas me pasan a mí? –decía la princesa mientras se levantaba

- Me pregunto lo mismo, siempre estorbo en el camino de Daidouji-sama –decía Nokoru mientras se levantaba

- Nokoru nunca has sido un estorbo para mí –dijo la princesa mientras tomaba su mano

- ¿Qué? –decía el chico sin saber que decir

- Quiero que reúnas a toda la gente en frente del balcón de la sala del faraón, hoy es 1 de abril –dijo la princesa mientras besaba la mejilla de Nokoru y volvía a correr de la mano de Sakura

El chico quedo totalmente inmóvil y rojo, hasta que cayó en cuenta de las palabras de la princesa “1 de abril… imposible”

Las dos chicas frenéticas llegaron a la sala, donde estaba Syaoran sentado con ojeras realmente marcadas, no se podía decir si eran de sueño o de lágrimas

- ¡¿Tomoyo donde has estado?! No he dormido pensando en que… ¿Sakura? –dijo el chico al ver a su acompañante -¿Por qué estas vestida asi?

- Las novias se visten de blanco ¿no es asi? –dijo la princesa

- ¿Novia? –dijo Sakura sonrojada -¿a qué se refiere?

- Vengan par de tontos, a, y por cierto feliz cumpleaños Syaoran –dijo la princesa mientras arrastraba a los chicos al balcón

- ¿Cumpleaños? ¡Demonios es hoy! –decía el chico cayendo en cuenta

- Ni siquiera tú recuerdas tu cumpleaños estás mal niño –dicho esto, la princesa abrió la puerta del balcón que daba con la ciudad. Todo el pueblo estaba reunido allí

- ¡Nokoru eres genial! –grito la princesa al chico abajo del balcón

- Cualquier cosa para una bella dama –dijo el chico dispuesto a no quedar sin habla de nuevo, la princesa sonrió

El príncipe y la bailarina se sentían atrapados en un sueño para nada divertido, que estaba a punto de convertirse en una pesadilla, hasta que miraron directamente a sus ojos, en ese momento se dieron cuenta de todo lo que estaba pasando, y también de lo que iba a pasar, y a ninguno le molesto lo que vio, de hecho se sentían dichos, valientes y dispuestos a lo que sea. Syaoran atrajo un momento a la ojiverde hacia atrás, quedando en las sombras y acercando sus labios a su oreja susurro suavemente

- Me gustas, me di cuenta hace poco, y también desde lo más profundo de mi corazón siento que te amo, tal vez sea muy pronto y tu no sientas lo que yo pero, este sentimiento no desaparecerá, y créeme, eres la única que ha podido adueñarse de mi corazón –dijo el chico, con la mejilla de la bailarina entre sus manos

- Syaoran yo… -pero la chica no pudo terminar la frase, fue interrumpida por la princesa, quien trajo al par de nuevo al balcón, donde todos podían verles

De un momento a otro la atmosfera se puso tensa, pero como era de esperarse, la diplomacia de la princesa hizo de las suyas:

- Mis amados súbditos, bueno, de Syaoran-sama para ser precisos –dijo la princesa con una picara sonrisa –todos sabemos que día es hoy ¿no es asi?, el único que lo olvido fue su futuro faraón ¿no es hilarante?, en fin, ya sé que hoy debería haber una boda, eso es algo que todos los presentes sabemos también, pues verán, yo no pienso casarme con nadie, pero esperen ¡esperen! No se inquieten –decía al ver la reacción de los demás –si asi es, la mala de la historia soy yo ¿y saben por qué? Porque soy una egoísta, yo no pretendo casarme con nadie que no sea ese chico de allá –dijo la princesa señalando indiscriminadamente a Nokoru –asi es, el señor asistente ha robado el corazón de su princesa aquí presente, y no pienso casarme obligada con nadie, asi que si me disculpan me retiro, pero no se preocupen, la chica de blanco es una princesa amiga mía y ella si está dispuesta a casarse con quien sea –dijo señalando a la bailarina que quedo sin habla -¡súper romántico! ¿no les parece? A sí, creo que eso es todo.

La princesa acabo su discurso dejando a todos y cada uno, incluyendo a su amigo y a la chica estupefactos y sin capacidad de habla, salió lentamente del balcón y sin antes susurrarle en el oído a Syaoran

- Te dejo el control de daños a ti, espero que puedas con eso, Syaoran-ou –dijo la princesa con una sonrisa y se fue, Syaoran, que simplemente no sabía cómo agradecerle le devolvió la sonrisa y ella se fue

- Como ya lo expreso mi querida amiga, yo, si ella me lo permite claro, me desposare con Sakura-hime –dijo el chico extendiendo una mano hacia la bailarina

- Por supuesto, como ya dijo mi amiga, estoy dispuesta “a casarme con quien sea” ¿no es asi su alteza? –dijo la chica con una gran sonrisa –y querida gente, mi nombre es Sakura Kinomoto, no soy ajena a su majestad ya que nos conocemos desde hace un mes, yo le he enseñado a bailar, ¿Qué encantadora forma de conocerse no es asi? Pero de una u otra manera quiero que sepan, que yo amo a este chico con todo mi corazón, y también aprenderé como ayudarles, y les juro que tratare de ser la mejor gobernadora que hayan tenido, aunque claro, la mayor responsabilidad la tiene este atolondrado, pero yo se que todo saldrá bien –dijo la chica, para sorpresa de todos los presentes

Los aplausos no tardaron en sonar, la música se podía oír por doquier dando a entender que la nueva chica era bien recibida, pero jamás nadie aparte de aquellos 4 amigos, supo que la bailarina no era una princesa.

Mientras los dos novios bailaban ante la multitud antes del matrimonio, eran observados por otros dos chicos, que se hacían llamar a sí mismos “malos de la historia”

- Asi que todo salió como ud lo planeo, Daidouji-sama –dijo Nokoru con los ojos entrecerrados y una media sonrisa

- Asi es, bueno no todo, pero mejor –dijo la princesa mirándole a la cara –y por amor a Diosa, dime Tomoyo

- Como quiera, pero lo de casarse conmigo fue algo loco ¿no cree Tomoyo-san? –dijo el chico mirándola a los ojos

- No mentía Nokoru –dijo ella –si me casara con alguien, ese alguien serias tu

- ¿En serio? –dijo el chico sonriente

- Dije “si”, no pienso casarme ahora, el único que se casa joven es el tonto de mi amigo, yo aun tengo mucho camino por recorrer… ¿quieres ir al rio? –dijo ella guiñándole un ojo

- Por supuesto –dijo el rubio siguiéndola

Y asi los dos chicos malos se fueron, mientras rey y reina encontraban su camino a la felicidad.

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